Mañana, el 24 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Investigación en Cáncer. Para marcar este día tan importante, el Instituto IMDEA Materiales habla con la Dr. Mónica Echeverry, investigadora principal del proyecto DITTCe. Este proyecto, liderado por la Universidad Politécnica de Madrid, busca desarrollar un dispositivo implantable para tratar glioblastomas, el tumor cerebral más mortal, mediante campos eléctricos.
Pregunta: Antes que nada, Mónica, puedes hablarnos un poco de ¿qué exactamente es el proyecto DITTCe, y por qué se trata de un proyecto tan innovador que busca integrar la ingeniería, la ciencia de materiales y la medicina?
Respuesta: DITTCe es un proyecto en el que convergen varias disciplinas y eso lo hace especialmente único y yo diría, mágico. Estamos abordando una problemática compleja con la cual los médicos tienen que lidiar día a día como es el cáncer y uno tan agresivo como lo es el de cerebro. La dinámica con el equipo médico y el trabajo en hospitales ha sido muy interesante, porque nos ha permitido abordar un caso de prioritario de salud abordándolo desde diferentes perspectivas.
Nuestro proceso de investigación no puede estar desvinculado del uso final, es vital para nosotros entender la situación desde el paciente, el uso y la intervención médica para luego esas necesidades suplirlas o traducirlas en un dispositivo que sea viable, operativo y óptimo.
Pregunta: ¿Y que es el papel de IMDEA Materiales dentro del marco del proyecto?
Respuesta: Desde IMDEA Materiales, aportamos con lo que mejor sabemos hacer: el desarrollo, caracterización y evaluación de nuevos materiales que pueden ser usados en dispositivos biomédicos. En este caso, teniendo en cuenta especialmente los microelectrodos y baterías flexibles de alto rendimiento y por supuesto, compatibles con el cuerpo.
Es fascinante poder usar técnicas y materiales que en el pasado se usaban para aplicaciones industriales en nuevos usos médicos, lo cual fortalece más aún este nuevo camino que el IMDEA Materiales decidió caminar desde hace unos años, que es el del área de los materiales para la salud.
Para màs información: En la lucha contra los tumores cerebrales más letales: El proyecto DITTCe se suma a la campaña del Día Mundial de la Investigación en Cáncer este domingo 24 de septiembre, continuando sus esfuerzos para combatir los glioblastomas cerebrales.
Pregunta: Para desarrollar un dispositivo como el propuesto en este proyecto, se requieren avances en una variedad de campos, desde la electrónica hasta las baterías, los materiales, la biología, etc. ¿Cómo coordina todos estos elementos para lograr al resultado deseado?
Respuesta: En un proyecto de esta envergadura, hay muchos diferentes elementos que son muy importantes. El primero es la multidisciplinar y es que este proyecto está conformado por un consorcio donde cada actividad está liderada por expertos en el área.
La investigación de la parte médica en adultos está a cargo del Hospital Universitario de La Princesa, mientras que el Hospital Niño de Jesús se centra en el tratamiento de gliomas infantiles. Investigadores del Instituto de Salud Carlos III supervisan los ensayos en modelos animales. El IMDEA Materiales se encarga del diseño de los electrodos biocompatibles y de las baterías implantadas, mientras que el desarrollo de la electrónica avanzada de los dispositivos es responsabilidad de la UPM y la empresa española Insyte.
Seguido a esto está la buena comunicación. Cada paso secuencial requiere de la retroalimentación desde los diferentes ámbitos y de una forma natural vamos generando preguntas y estrategias para ir construyendo paso a paso lo que es el proyecto. Finalmente, pero lo más importante, es la motivación de poder llevar a cabo un buen proyecto que sabemos que, de resultar exitoso, tendrá un impacto positivo en la vida de muchas personas.
Pregunta: ¿Podrías hablar un poco sobre los avances que ha logrado el proyecto en su primer año hasta ahora?
Respuesta: En casi su primer año del proyecto hemos tenido avances a nivel del desarrollo del material que utilizaremos para el electrodo y su validación biológica. Nos hemos aproximado con simulaciones y estudios computacionales a un posible prototipo que podremos evaluar en los próximos meses sobre cultivos celulares (2D) y en organoides (3D).
Desde el punto de vista clínico hemos visualizados otras aplicaciones médicas en que se usa tecnología similar de electrodos y baterías para saber cómo poder alimentar e inspirar el proyecto. También estamos poniendo a punto los sistemas in vivo para el próximo año poder hacer la evaluación de los parámetros de trabajo y los materiales seleccionados en un nivel más avanzado como lo es el modelo animal.
Pregunta: Y en relación con la pregunta anterior, es cierto que, con tantos aspectos involucrados, los avances nunca son tan rápidos como uno podría desear. Para poner esta investigación en un contexto realista, ¿cuándo podemos esperar ver esta tecnología aplicada?
Respuesta: El desarrollo de una tecnología médica involucra mucho esfuerzo a nivel de tiempo y dinero ¿Cuánto tiempo tardaremos? Eso nos lo dirán los resultados y los pasos que sigan. Debemos recordar que siempre el tema biomédico es estricto en las regulaciones a seguir y las validaciones clínicas a diferentes niveles y luego llegaran los temas de protección, comercialización y certificaciones.
Seguro aun nos falta un buen tramo, pero la buena noticia es que es un proyecto activo, con personas altamente motivadas por la iniciativa. Eso ayuda a que los resultados puedan ser mejores y versen más rápido.
Pregunta: Por último, los avances tecnológicos son importantes, pero en última instancia, son un medio para un fin, que es ofrecer mejores opciones a los pacientes, y mejorar su calidad de vida. ¿Podrías hablar sobre el impacto que espera ver de este proyecto?
Respuesta: Estamos trabajando en un área conocida como la ciencia traslacional que, diciéndolo de una forma un poco informal, busca conectar la camilla del paciente con el laboratorio. Es decir, hacer ciencia enfocada a solucionar problemas reales que lleguen a quien lo necesite, y que sea tangible en una aplicación concreta.
La ciencia debe ser un instrumento para hacer de este un mundo mejor y creo que DITTCe está trabajando en esta dirección. El proyecto global está subdividido en pequeñas tareas con un trasfondo científico importante. Estamos desarrollando nuevos materiales, nuevas metodologías de simulación y finalmente los pasos que damos tienen un trasfondo científico importante.
¡Muchas gracias, Mónica!