Sergio Sadaba

El Dr. Sergio Sadaba, antiguo alumno del Instituto IMDEA Materiales e Ingeniero Senior de Proyectos de Ingeniería Asistida por Ordenador (CAE), cree que los investigadores podrían estar alcanzando por fin un punto de inflexión en el desarrollo de la tecnología de reactores de fusión nuclear.  

El Dr. Sadaba, que estuvo en IMDEA Materiales durante más de siete años de 2007 a 2014, ha pasado desde entonces la mayor parte de la última década en IDOM Nuclear Services, con sede en Bilbao.

Como consultor de la empresa vasca, el graduado por la Universidad Pública de Navarra (UPNA), participa en el diseño de algunos de los componentes centrales de la próxima generación de reactores de fusión.

Entre otras cosas, ha trabajado en proyectos relacionados con el International Thermonuclear Experimental Reactor (ITER), el mayor experimento de fusión del mundo, en el que participan 35 países de todo el planeta.

La idea de poder aprovechar el mismo proceso de reacción nuclear que impulsa a las estrellas para producir energía limpia e ilimitada aquí en la Tierra ha sido durante mucho tiempo una quimera en la comunidad científica. Una promesa siempre en el horizonte, pero nunca del todo realizada.

Pero el Dr. Sadaba dice que eso podría cambiar en los próximos años. Y destacó los recientes avances en viajes espaciales y tecnología precipitados por SpaceX como ejemplo de lo rápido que la innovación puede convertirse en realidad una vez que la industria se sube al carro.

«Podemos tomar un ejemplo claro de la industria espacial: en Estados Unidos hay dos organizaciones, una es la NASA y la otra es SpaceX», explica. «La NASA se mueve en la dirección correcta, pero lo hace muy lentamente».

«SpaceX, en cambio, existe desde hace menos de una década y, sin embargo, ha progresado muy rápidamente, en gran parte gracias a la experiencia acumulada previamente por la NASA durante muchos años».

«Podemos ver una evolución similar en la tecnología de los reactores de fusión nuclear. Durante los últimos 60 años, los avances han sido muy lentos y constantes, ya que se han centrado en los departamentos de investigación gubernamentales y públicos. Sin embargo, ahora estamos llegando al punto en que la ciencia teórica de hace varios años se está convirtiendo en realidad y por fin empieza a atraer el capital riesgo de la industria».

«Una vez que las empresas privadas están dispuestas a invertir, y lo estamos viendo con el número de start ups que están despegando ahora, entonces es cuando las cosas empiezan a ponerse interesantes porque el proceso empieza realmente a acelerarse».

El trabajo del Dr. Sadaba en este campo gira en gran medida en torno a la simulación, en particular en el uso práctico ingenieril del método de los elementos finitos (MEF). Se trata del desarrollo de componentes que puedan soportar las condiciones extremas de un reactor de fusión, como temperaturas extremadamente altas, campos electromagnéticos intensos, y cargas neutrónicas.

Esta línea de investigación centrada en la simulación es una continuación del trabajo del entonces investigador predoctoral en IMDEA Materiales. Durante su estancia en el Instituto, completó su doctorado (Cum laude) en materiales compuestos polimétricos reforzados con fibras unidireccionales bajo la supervisión del Investigador Principal, el Prof. Carlos González, como parte del grupo de investigación de Materiales Compuestos Estructurales

El Dr. Sadaba fue, de hecho, el primer investigador predoctoral contratado por IMDEA Materiales tras su fundación en 2007. Y como tal, tuvo una buena visión del crecimiento del Instituto durante sus primeros años.

«Durante un tiempo, sólo estábamos en la oficina (otro investigador) Marcos Rodríguez y yo, y era muy divertido», recuerda. «Éramos muy buenos amigos y el trabajo era muy interesante».

«Me asignaron al grupo de mecánica computacional del profesor Carlos González y había teorías que estaban apareciendo en ese campo por aquel entonces. Las cosas no funcionaban cuando hacías los ensayos, pero fue muy emocionante combinar este tipo de investigación con el trabajo experimental».

«Normalmente, cuando trabajas con una empresa o en otros institutos de investigación, sólo te centras en desarrollar los modelos virtuales, pero no participas en el componente experimental para ver realmente si tiene éxito o fracasa».

Y afirmó que completar su doctorado en IMDEA Materiales le había servido para perfeccionar sus habilidades tanto blandas como duras en una serie de áreas. Por un lado, la capacidad de resolver problemas complejos y abiertos y de estructurar ideas y, por otro, aprender a utilizar las herramientas y el software más avanzados.

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